Ahora estoy estudiando el gran libro de Hebreos. Este libro de la Biblia es lleno de doctrina, y a veces un poco difícil entender. He llegado al undécimo capitulo, que es la discusión buen conocida sobre el asunto de la fe, y que significa vivir en la fe. El capitulo describe lo que es la fe, y nos da ejemplos de la fe. Habla de los resultados de la fe, y la importancia de la fe.
El versículo uno define la fe como “la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” Mi Biblia tiene el comentario de Charles Ryrie, y él dice que la palabra “certeza” se puede traducir como “seguridad” o “realidad” o “sustancia.” De verdad, la versión King James en ingles traduzca el frase así: “the substance of things hoped for.” Es un gran conforte, que podemos sentir seguro en nuestra esperanza. La esperanza es una realidad.
A mí, la palabra “esperar” también requiere explicación. En ingles, usamos la palabra “hope.” Pero me interesa que en español la misma palabra – esperar – se puede traducir “to hope,” o “to wait,” o “to expect.” Cuando decimos “hope” en ingles, frecuentemente expresamos un deseo. Estamos describiendo lo que queremos, pero el objeto de la esperanza no es más que una mera posibilidad. Por ejemplo, decimos “I hope my team wins the soccer game,” o “Espero que mi equipo gane el juego de futbol.” Esta frase no tiene ninguna seguridad. La esperanza tiene una porción de duda. Pero la esperanza cristiana, la esperanza de la fe no tiene duda; tiene certeza. Este es lo que dice Hebreos 11:1.
Otra descripción de la fe es “la convicción de lo que no se ve.” Es fácil creer en algo si nos vemos enfrente de nosotros. Pero la fe requiere que nos creamos en lo que no nos vemos. Creemos en las historias de lo que pasó en antigüedad. Creemos en algo que pasará en el futuro. El escritor de Hebreos nos enseña que necesitamos la paciencia para obtener la promesa. Debemos creer que “el de ha de venir vendrá, y no tardará.” Hebreos 10:36,37.
Es cierto que cada persona practica fe cada día en algún aspecto. Por ejemplo, entramos en el ascensor, pero no podemos ver la máquina que lo hace funcionar, pero tenemos fe de que vamos a llegar al piso que queremos. Cuando tomamos un avión, pongamos fe en el piloto, en el avión, en los trabajadores que mantengan el avión. Si cada persona pone fe en las máquinas y en los humanos, ¿por qué es tan difícil creer en Dios Bueno y Todopoderoso? Creo que tiene algo que ver con la voluntad. Si creamos en Dios, no tenemos opción excepto ceder nuestra voluntad a su voluntad, de poner control de nuestra vida en sus manos. La natura humana no quiere hacer eso. Queremos mantener el control de nuestra vida.
El versículo 3 es una ilustración de este principio. Habla de la creación – un asunto con mucha controversia en la sociedad. La sociedad no quiere creer que Dios creó el universo, porque quiere creer que ellos mismos se pueden controlar el universo a través de la ciencia. Tanto tiempo ha sido gastado en probar como fue creado el mundo. La sociedad secular trata de probar sus teorías científicas, y los cristianos tratan de probar la existencia de Dios. Pero es muy claro en este versículo 3 que el asunto de la creación es un asunto para la fe, no para la prueba: “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.” Hebreos 11:3.